31/1/09

Cliché

¡Engáñame!

¡Hazme creer!

¡Hazme sentir!

¡Hazme olvidar!

¡Engáñame!

Asi decía ella entre jadeos, con los muslos tensos, con la piel sudada, con las uñas clavadas en el pecho de su amante, enredada entre los pequeños nidos de pelo que se hacían.

Despues de distenderse; la segunda etapa: echarse a llorar.

Él le acaricia el cabello e intenta abrazarla, ella se retira, quiere un cigarrillo pero su memoria se lo impide, no, eso no le gustaba, que yo fumara.

Se hunde en sus pensamientos, está a punto de llorar de nuevo, “hazme tuya de nuevo… blow my mind “- le susurra-.

Él mira la tristeza en sus ojos, deduce su vacio, se acerca a ella rozando con su mano izquierda la pierna bien torneada, se abre campo, no pregunta.

El Lexotanil no hacia efectos, llorar no bastaba, la terapia valía mierda, los milagros ni en sueños existían desde que no estaba, solo sexo quedaba por probar.

Ella cierra los ojos y se pone presta: olvidar, es lo único que quiero… para eso te pago.

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