15/2/09

Ella, Él.

Ella lo mira pensando que no es su ideal. Él la observa de arriba abajo mientras vibra su celular.
Ella lo piensa dos veces, antes de articular palabra. Él no pierde ninguno de sus detalles.
Ella piensa inevitablemente en la noche anterior, en la despedida del otro. Él piensa que aunque todo acabó, el último encuentro sabe como el primero.
Ella tiene una cicatriz en el vientre. Él tiene dos clavos en el corazón.
Ella busca mitigar el dolor. Él encuentra la justificación perfecta.
Ella platica de hormigón y grandes ciudades. Él forma castillo con la arena de la playa más cercana.
Ella detecta algo parecido a un espejismo. Él mira el letrero de SALIDA sobre la puerta.
Ella lanza un volado. Él pide cara.
Ella le da su número telefónico. Él guarda la servilleta en la bolsa trasera del pantalón.
Ella decide que habrá un después. Él piensa en correr.
Ella contesta su celular subiendo al carro. Él contesta el mensaje de su teléfono.
Ella encuentra el pretexto perfecto para olvidar. Él encuentra el pretexto para escapar.
Ella decide cortar las paralelas con su secante. Él dispone de un astrolabio para navegar.
Ella corre riesgos. Él salva ballenas y delfines.
Ella ama siguiendo un parámetro similar. Él descubre nuevas formas de amor y cada una es diferente.
Ella es una violeta. Él es un cardo
Ella compra el diario. Él vende noticias.
Ella es 9. Él es 12.
Ella es diferente. Él es igual a todos.
Ella lo mira desde la ventana. Él desciende del carro con un ramo de rosas venecianas.
Ella ve algo que no existe. Él siente algo intestino.
Ella suprime su primer impulso y planta un beso cerca de la comisura de sus labios. Él ha movido sus esquemas.
Ella sugiere un primer encuentro. Él lo hace para no olvidar.
Ella rompe la cuerda y su bote se aleja. Él rema contracorriente.
Ella domina desde arriba. Él acata la orden mirando el cénit.
Ella destierra los demonios. Él acaba por creérselo de inmediato.
Ella pesca con el anzuelo. Él lo termina por hacer.
Ella sueña y dentro de su sueño lo incluye a él, pero no excluye lo demás. Él cierra los ojos para no llorar.
Ella vibra. Él es seducido.
Ella adora su estómago abultado. Él domina su cintura con rapidez.
Ella camina entre carbones candentes sin quemarse. Él no está invitado a la fiesta, pero asiste.
Ella adopta el plan de vida. Él se deja llevar
Ella vuela al frente de la parvada. Él sólo sigue el impulso.
Ella se mueve hacia lo más cercano al sol. Él la sigue emocionado.
Ella cambia de rumbo. Él la pierde de vista.
Ella cae en picada. Él vuela directamente a la luz.
Ella aterriza y se aleja. Él pierde fuerza y la luminosidad le quema las retinas.
Ella se pierde cuando el sol empieza a caer. Él logra bajar a la tierra con el sol al horizonte.
Él, sentado en la piedra, siente el mar a sus pies: los peces le indicarán que es la hora de volver a creer.

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