A pill that make you numb, a pill that make you dumb, a pill that make you anybody else
Coma White, Marilyn Manson
Es que si usted viera doctor, que siento como si me dieran de mazazos en la cabeza. Siento que la frente me explota y me la paso llorando todo el día por el dolor.
Fue lo que le dijo la mujer desde el primer minuto que entró al consultorio. No hará de eso más de una semana, y mírala ahora, en el centro de la pista bailando como si fuese el último día de su vida.
¿Qué le habrá dado el doctor Reséndiz que la tiene tan contenta?- se preguntaban todos en aquella fiesta donde los invitados presumían ser de la más alta alcurnia.
La señora Godínez se movía sin desparpajo al ritmo de una “vida loca”, desafinada y mal entonada, que el conjunto tocaba para el baile de los novios.
- Apenas una semana atrás llegó llorando a mi casa y decía que no iba a poder venir a la boda de Canalitos, porque el dolor la tenía postrada en cama.
-Yo tengo que preguntarle a Reséndiz qué fue lo que le dio, porque francamente se veía que se iba pa la tumba esa mujer- dijo otra voz.
Una mujer gorda, con vestido color rosado y una estola de plumas en el cogote se acercó a la mesa y pidió hablar con el galeno, con la excusa de un dolor en la mano.
Tras unos breves minutos de plática, el doctor sacó de la bolsa secreta de su chaqueta unas pastillitas. Tomó una y se la dio a la curiosa mujer.
-Tómate ésta por la mañana y me hablas, -fue la indicación.
Volvió al grupo de metiches, y rápidamente fue abordada sobre el secreto de las pastillitas mágicas que habían curado a Godínez.
- Es un mamón, me habló de su juramento hipocrático y no sé qué tantas tonterías más y me dio esta mugre pastilla tic tac.
Cuando las miradas se volcaron sobre el médico, sintió que era el momento de escapar sin dar explicaciones y para sus adentros se dijo.
-Pinche vieja aliento de cloaca, por sentido común deduciría que los hipocondriacos, no deberían recibir medicamento controlado.
Salió del lugar a toda prisa, sin despedirse, mientras Godínez caía fulminada por un infarto.
Raúl V. Ortiz
31/1/09
Cliché
¡Engáñame!
¡Hazme creer!
¡Hazme sentir!
¡Hazme olvidar!
¡Engáñame!
Asi decía ella entre jadeos, con los muslos tensos, con la piel sudada, con las uñas clavadas en el pecho de su amante, enredada entre los pequeños nidos de pelo que se hacían.
Despues de distenderse; la segunda etapa: echarse a llorar.
Él le acaricia el cabello e intenta abrazarla, ella se retira, quiere un cigarrillo pero su memoria se lo impide, no, eso no le gustaba, que yo fumara.
Se hunde en sus pensamientos, está a punto de llorar de nuevo, “hazme tuya de nuevo… blow my mind “- le susurra-.
Él mira la tristeza en sus ojos, deduce su vacio, se acerca a ella rozando con su mano izquierda la pierna bien torneada, se abre campo, no pregunta.
El Lexotanil no hacia efectos, llorar no bastaba, la terapia valía mierda, los milagros ni en sueños existían desde que no estaba, solo sexo quedaba por probar.
Ella cierra los ojos y se pone presta: olvidar, es lo único que quiero… para eso te pago.
¡Hazme creer!
¡Hazme sentir!
¡Hazme olvidar!
¡Engáñame!
Asi decía ella entre jadeos, con los muslos tensos, con la piel sudada, con las uñas clavadas en el pecho de su amante, enredada entre los pequeños nidos de pelo que se hacían.
Despues de distenderse; la segunda etapa: echarse a llorar.
Él le acaricia el cabello e intenta abrazarla, ella se retira, quiere un cigarrillo pero su memoria se lo impide, no, eso no le gustaba, que yo fumara.
Se hunde en sus pensamientos, está a punto de llorar de nuevo, “hazme tuya de nuevo… blow my mind “- le susurra-.
Él mira la tristeza en sus ojos, deduce su vacio, se acerca a ella rozando con su mano izquierda la pierna bien torneada, se abre campo, no pregunta.
El Lexotanil no hacia efectos, llorar no bastaba, la terapia valía mierda, los milagros ni en sueños existían desde que no estaba, solo sexo quedaba por probar.
Ella cierra los ojos y se pone presta: olvidar, es lo único que quiero… para eso te pago.
28/1/09
Ejercicio 1 - Efecto Placebo
"Se define como placebo al medicamento o proceder terapéutico desprovisto de actividad farmacológica propia o de utilidad en la situación clínica para la que se usa. Sin embargo, esto no significa que el medicamento sea inactivo; de hecho, su administración produce frecuentemente algún efecto: es el llamado
Efecto Placebo."
En el transcurrir de nuestra vida nos hemos topado más de una vez con algo que no resuelve nuestros problemas, pero bien que nos distrae de ellos.
El efecto de un placebo a veces es todo lo que necesitamos.
Para este ejercicio habrá que desarrollar un texto de no más de 500 palabras y relativo al tema.
Resuelva y sea feliz... con lo que le parezca más conveniente.
24/1/09
Hoja en blanco
Había tratado de escribir en estado consciente varias veces, pero nunca lo logró. La desventaja de escribir bajo las inflencias del alcohol, era que siempre revelaba algún detalle de su vida personal que luego le incomodaba. Por lo que decidió probar por única vez sin nada en el cuerpo.
Se sentó frente a la máquina, escribió una línea y después se arrepintió.
Cada que intentaba hilar una idea... delete.
Una frase... delete.
Apagó la computadora y se fue a sentar sobre un viejo sofá. Un sillón individual de color rosa "donde hicimos el amor por primera vez", recordó.
Todos los días escribía un poema de amor, una carta o frases para reprocharle el por qué de su partida.
"Es tu problema con el alcohol", le retumbaban las palabras en la mente, mientras se aferraba a su intento de no dejarse vencer por la tentación.
La garganta le raspaba y se le hacía difícil pasar saliva. Los ojos le ardían y un sudor frío le empezó a recorrer el cuerpo. La inspiración había vuelto a él.
Tomó papel y lápiz y las ideas empezaron a fluir. Encontró la manera perfecta para expresar lo que sentía y se sintió satisfecho. Puso la hoja sobre la mesa y se fue a su habitación.
Se desnudó por completo y se dirigió al baño, donde ya una tina con agua caliente lo esperaba.
metió un pie y se quedó pensando si la entrada de la nota estaba bien redactada.
No importa, ya no tiene arreglo, se dijo a si mismo mientras incorporaba el resto del cuerpo y se zambullía completamente.
Sacó la cabeza del agua y estiró la mano derecha a tientas sobre el piso y recordó la última frase...
"Me voy porque no puedo vivir sin alcohol, y mucho menos sin ti" y dejó caer la secadora de cabello conectada sobre la tina.
Se sentó frente a la máquina, escribió una línea y después se arrepintió.
Cada que intentaba hilar una idea... delete.
Una frase... delete.
Apagó la computadora y se fue a sentar sobre un viejo sofá. Un sillón individual de color rosa "donde hicimos el amor por primera vez", recordó.
Todos los días escribía un poema de amor, una carta o frases para reprocharle el por qué de su partida.
"Es tu problema con el alcohol", le retumbaban las palabras en la mente, mientras se aferraba a su intento de no dejarse vencer por la tentación.
La garganta le raspaba y se le hacía difícil pasar saliva. Los ojos le ardían y un sudor frío le empezó a recorrer el cuerpo. La inspiración había vuelto a él.
Tomó papel y lápiz y las ideas empezaron a fluir. Encontró la manera perfecta para expresar lo que sentía y se sintió satisfecho. Puso la hoja sobre la mesa y se fue a su habitación.
Se desnudó por completo y se dirigió al baño, donde ya una tina con agua caliente lo esperaba.
metió un pie y se quedó pensando si la entrada de la nota estaba bien redactada.
No importa, ya no tiene arreglo, se dijo a si mismo mientras incorporaba el resto del cuerpo y se zambullía completamente.
Sacó la cabeza del agua y estiró la mano derecha a tientas sobre el piso y recordó la última frase...
"Me voy porque no puedo vivir sin alcohol, y mucho menos sin ti" y dejó caer la secadora de cabello conectada sobre la tina.
500 palabras tratando de no hacer un post personal
Tic tac tic tac
Es deprimente vivir de esto, acá me encuentro de nuevo, en un blanco total, con el cenicero lleno de restos de cigarrillos, haciendo del final de uno el comienzo del otro, tecleo y leo, luego borro, sólo bebo vodka –porque odio tanto el wisky como a quien lo bebe- y echo humo.
Me aferro a la blancura virtual de esta página, me digo ‘algo debe haber’, algo que pueda interesar, otro sorbo, hablar de las mujeres en mi vida es un tema gastado, el amor, el amor, el amor, es algo que no conozco, la decepción ha marcado mi vida, demasiados estándares, me aturdo en la soledad con música.
¡Maldita hoja en blanco!
Sólo tengo 6 meses para cumplir: “sembrar un árbol, escribir un libro… tener un hijo”.
El hijo ya lo tuve, sin embargo, no sé nada de él desde hace 7 años, imagino que ya irá a la escuela. Sí, lo sé, ahora es que me doy cuenta, supongo que será el miedo y aun así no tengo idea de cómo acercarme y que no se note mi desesperación ególatra por comprobar que dejo un vestigio de mí en este mundo ¿realmente será un indicio de mi aun sin conocerme? Un pool genético; con los años aprendí que la familia no es la sangre… no, no tengo hijo, no.
Sembrar un árbol, quise un abeto, por lo grande y majestuoso, pero mi ubicación geográfica no me lo permite, terminé plantando una palma que no llegaré a ver grande.
Un condominio en la playa sólo me permite mañanas gélidas y días calurosos, no sé por qué vine a hacer caso a aquello del retiro para escribir.
Odio todo lo que esto representa, un circo, un público que se burla del miserable payaso que soy. Tanta risa y yo muriéndome.
Quizás venir fue eso, una especie de autoflagelación para expiar mis errores antes de enfrentar una justicia que no estoy seguro de creer.
Todas las noches veo las olas romper en el muelle y salpicarme, las ganas de saltar, no lo niego, me sacuden el cuerpo. Llego a la orilla y veo un horizonte que sólo se atina a diferenciar porque desaparecen las estrellas. Me digo que no, porque quiero documentar mi agonía y muerte, escribir este mugre libro que nadie leerá, pero que tendrá la misión de extenderme en el tiempo.
“Diario de un incipiente hombre que agoniza” así se llamará, nada de vive al máximo, nada de sé feliz; si no lo fuiste con el tiempo que tuviste ¿qué te hace pensar que en lo que queda lo serás?
Basta de ilusiones, la muerte me ronda, ya huelo a descompuesto, ya cago lombrices, nací muerto, sólo que ahora me alcanzó.
Mis ojos siguen danzando en un horizonte negro, un futuro que no sabe a nada, que sigue oliendo a mí, a mi ego, a mis ganas de no morirme y a mi terquedad que no permite humillarme a pedir un poco más de tiempo.
Es deprimente vivir de esto, acá me encuentro de nuevo, en un blanco total, con el cenicero lleno de restos de cigarrillos, haciendo del final de uno el comienzo del otro, tecleo y leo, luego borro, sólo bebo vodka –porque odio tanto el wisky como a quien lo bebe- y echo humo.
Me aferro a la blancura virtual de esta página, me digo ‘algo debe haber’, algo que pueda interesar, otro sorbo, hablar de las mujeres en mi vida es un tema gastado, el amor, el amor, el amor, es algo que no conozco, la decepción ha marcado mi vida, demasiados estándares, me aturdo en la soledad con música.
¡Maldita hoja en blanco!
Sólo tengo 6 meses para cumplir: “sembrar un árbol, escribir un libro… tener un hijo”.
El hijo ya lo tuve, sin embargo, no sé nada de él desde hace 7 años, imagino que ya irá a la escuela. Sí, lo sé, ahora es que me doy cuenta, supongo que será el miedo y aun así no tengo idea de cómo acercarme y que no se note mi desesperación ególatra por comprobar que dejo un vestigio de mí en este mundo ¿realmente será un indicio de mi aun sin conocerme? Un pool genético; con los años aprendí que la familia no es la sangre… no, no tengo hijo, no.
Sembrar un árbol, quise un abeto, por lo grande y majestuoso, pero mi ubicación geográfica no me lo permite, terminé plantando una palma que no llegaré a ver grande.
Un condominio en la playa sólo me permite mañanas gélidas y días calurosos, no sé por qué vine a hacer caso a aquello del retiro para escribir.
Odio todo lo que esto representa, un circo, un público que se burla del miserable payaso que soy. Tanta risa y yo muriéndome.
Quizás venir fue eso, una especie de autoflagelación para expiar mis errores antes de enfrentar una justicia que no estoy seguro de creer.
Todas las noches veo las olas romper en el muelle y salpicarme, las ganas de saltar, no lo niego, me sacuden el cuerpo. Llego a la orilla y veo un horizonte que sólo se atina a diferenciar porque desaparecen las estrellas. Me digo que no, porque quiero documentar mi agonía y muerte, escribir este mugre libro que nadie leerá, pero que tendrá la misión de extenderme en el tiempo.
“Diario de un incipiente hombre que agoniza” así se llamará, nada de vive al máximo, nada de sé feliz; si no lo fuiste con el tiempo que tuviste ¿qué te hace pensar que en lo que queda lo serás?
Basta de ilusiones, la muerte me ronda, ya huelo a descompuesto, ya cago lombrices, nací muerto, sólo que ahora me alcanzó.
Mis ojos siguen danzando en un horizonte negro, un futuro que no sabe a nada, que sigue oliendo a mí, a mi ego, a mis ganas de no morirme y a mi terquedad que no permite humillarme a pedir un poco más de tiempo.
18/1/09
Ejercicio 0 - Hoja en Blanco
El primer ejercicio, a entregarse el día 24 de Enero y con el que inauguramos este changarro, consiste en entregar un ejercicio denominado hoja en blanco. Ésta representa el complicado acto de sentarse a pretender escribir y enfrentarse a algo sin una mínima idea de lo que se quiere hacer. El tema por esta única ocasión será libre. Los participantes podrán crear una historia o cualquier cosa que se les ocurra o les venga a la mente para así vencer a la espeluznante Hoja en Blanco.No olvidar que el ejercicio no debe exceder las 500 palabras.
15/1/09
Intro/Seudobienvenida
Un día, una estresada venezolana y un gruñón mexicano decidieron hacer su propio taller, como ambos sufren de egolatría crónica tomaron eso de base para instaurar sus propias reglas, a pesar de tantas discusiones, a pesar de la lasitud, a pesar de... en fin, se quisieron seguir jodiendo escribiendo tonterías nada mas por gusto...
HE AQUÍ EL RESULTADO
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